estás hecha mierda y te entiendo
las decisiones nunca suelen ser fáciles cuando te duelen bien adentro
tengo ganas de verte y esto se parece mucho a esa carta que tengo ganas de escribirte
y que quizá nunca me anime a darte
el baile era una manera de decirte que te extraño y que quiero abrazarte aunque esté mal y duela
puedo reparar en mil insultos y muchos palos
puedo sentir las astillas clavándose en mi cara y mi cuello
puedo sentir el sabor de la sangre en mis brazos
y cortar por lo enfermo
quedarme con las baterías gastadas en la cámara que tiene miles de fotos felices
quedarme con los besos y los dibujos y los poemas y las dos cosas juntas
puedo quedarme con los arrolladitos chinos al mediodía en Belgrano
sentirme bien al pensar en que tenemos una hija y que siempre será así
y conformarme con escuchar tu voz cada tanto y contentarme con que estés bien
puedo llorar y quedarme en la cama y no tener ganas de nada
o ponerme bien y crearme la chance de verte y poder abrazarte
puedo sortear el infierno y pensar todo ya no tiene vuelta atrás o seguir teniendo fe
voy a estar bien
y a besarte
y a abrazarte
o puedo irme lejos y no volver nunca y que ya no pienses en como estoy ni te preocupes por mi suerte
me duele enumerar todo lo bueno y todo lo malo:
vos lo sabés todo
no queda tiempo para dar vuelta el partido
y seguro vos sola vas a leer este poema